Vinagre y Sal contra el óxido de tus herramientas
Un método casero asequible y eficaz es usar vinagre y sal.Para emplear este método, debes sumergir la herramienta en un recipiente con vinagre y sal, asegurándose de que esté completamente sumergida. A continuación, debes dejar que la herramienta repose en el líquido entre 1 y 3 días, dependiendo de cómo de oxidada esté.
Después de comprobar cómo está el óxido, ponte un par de guantes de protección y frota la pieza con algún objeto abrasivo como un cepillo o una esponja, poco a poco el óxido se irá desprendiendo como por arte de magia.
El último paso es llenar otro recipiente con 1 litro de agua y 100 g de bicarbonato para neutralizar la acción del vinagre. Deberás sumergir la pieza en esta agua con bicarbonato durante 10 minutos. ¡Ya está! Tu herramienta vuelve a estar como nueva.
Para evitar que el óxido estropee tus herramientas, es crucial que las mantengas limpias. Si pasas mucho tiempo sin usarlas, debes tener en cuenta que requieren un pequeño mantenimiento, debes limpiarlas de vez en cuando y, en caso de usar agua para limpiarlas, debes asegurarte de secar la pieza completamente antes de guardarla. Si además notas que se está formando óxido, debes tratar de eliminarlo cuanto antes y no dejar que se extienda.