Un buen establecimiento de
suministros
industriales en Humanes debe contar con un
amplio catálogo de productos, como por ejemplo el calzado de seguridad. Todos
sabemos para qué vale, pero... ¿conocemos su historia?
Historia de calzado de seguridad
El origen de esta clase de calzado se remonta al siglo XIX, momento en el que gracias a la industrialización se abandonaron muchas de las técnicas artesanales de producción y fueron sustituidas por otras más modernas. En el año 1892 comenzaron a aparecer los primeros talleres de manufactura de calzado industrial.
Durante el siglo XX, una etapa llena de conflictos bélicos, se impulsó el desarrollaron muchos tipos de calzado diferente; para el ejército, industria petrolera, minería, soldadura, acererías, etc.
Tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial se comenzaron a incorporar las punteras reforzadas de metal, pasando rápidamente a formar parte del calzado de seguridad que todos conocemos hoy en día.
Con los avances tecnológicos e industriales el plástico comenzó a ser muy importante en la fabricación de este calzado así como las pieles sintéticas o mixtas, lo que hizo que se redujeran notablemente los costos de fabricación. Además, se consiguieron nuevas características como suelas dieléctricas y antideslizantes.
En la década de los años setenta, gracias a la Administración de Seguridad y Salud Laboral (OSHA por sus siglas en inglés), se comenzó a regular de manera global el calzado de los trabajadores. Estas regulaciones se exportaron a otros países y muchas de ellas continúan utilizándose actualmente.
En el presente son muchas las tendencias en cuanto a calzado de seguridad, aumentando notablemente sus resultados en comparación con los primeros modelos.